Extractos del libro Comienzo dónde estés, Pema Chodrön
En la meditación shamatha-vipashyana nos sentamos erguidos, con las piernas cruzadas y los ojos abiertos, y las manos descansando sobre los muslos. Entonces simplemente tomamos conciencia de la respiración a medida que sale. Hace falta cierta precisión para estar allí con la respiración. Por otra parte, esta práctica es extremadamente relajada y suave. Decir:"estáte allí mismo con la respiración a medida que va saliendo", es lo mismo que decir:"estáte plenamente presente". Estáte aquí mismo con lo que está pasando. SIendo conscientes de la respiración a medida que sale, nos permite ser consciente de otras cosas que pasan: los sonidos de la calle, la luz.. También de nuestros pensamientos que recorren continuamente nuestra mente. La instrucción es que cuando nos demos cuenta de que estamos pensando, lo etiquetamos así: Pensando. Cuando notas que tu mente deambula por ahí, te dices a ti mismo: Pensando. Tanto si tus pensamientos son violentos y pasionales como si están llenos de ignorancia y negación; tanto si son preocupados o temerosos, como si sobre lo bien que te va, simplemente etiquétalos a todos, si juicio ni dureza, como "pensamientos", hazlo con honestidad y delicadeza.
Cuando el mundo está lleno de maldad, transforma todas las contrariedades en el camino de bodhi o Iluminación. Es la clave del lojong: cómo usar las circunstancias desfavorables y no deseadas en tu vida como material para despertar. Este es el regalo precioso, cualquier cosa que ocurre no se considera un obstáculo o una interrupción, sino como un camino hacia el despertar. Esto encaja mucho con nuestras vidas ajetreadas y los momentos difíciles.
Bodhisattva es otra palabra para el guerrero despierto, para el que cultiva la valentía y la compasión. uno de los puntos que establece esta máxima es que en el camino del guerrero, no hay interrupción. El camino incluye toda la experiencia, serena o caótica. cuando las cosas van bien, nos sentimos bien, nos deleitamos en la belleza de la nieve o en la luz que se refleja en el suelo. hay cierto sensación de aprecio. Pero cuando salta la alarma de incendios y surge la confusión, nos sentimos molestos e irritados. Todas estas situaciones son oportunidades para practicar. no hay interrupción. nos husta creer que cuando las cosas están en calma y aquietadas eso es lo verdadero y cuando las cosas están agitadas, confusas, caóticas, hemos hecho algo mal, o alguna persona ha hecho algo par arruinar nuestra preciosa meditación.
Deja de agarrarte a tí mismo. Así es como te puedes sentir en casa en tu mundo. Esto no equivale a decir que el ego es pecaminoso. El ego no es pecaminoso. No es algo de lo que tengas que deshacerte. El ego es algo que llegas a conocer, algo con lo que estableces amistad cuando no exteriorizas ni reprimes tus sentimientos. Tanto si hablamos de la lamentable situación mundial como de nuestra dolorosa situación personal, el dolor es un resultado del apego al ego, de querer que las cosas sean como queremos, de desear "la victoria del yo".
"Dirige todas las culpas hacia ti" es una instrucción saludable y compasiva que cortocircuita nuestra tendencia abrumandora a culpar a los demás; esto no significa que en lugar de culpar a los demás tengas que culparte a ti mismo. Más bien significa que contactes con la sensación que produce la culpa. En lugar de protegerte, en lugar de apartar las cosas, empieza a contactar con el hecho de que hay un punto blando debajo de esa armadura y de que la culpa probablemente es una de las armaduras más perfeccionadas que tenemos. Procura abandonar el objeto de la culpa o el objeto que en tu opinión está equivocado. En lugar de lanzar bolas de nieve hacia fuera, déjalas en el suelo y relaciónate de manera no conceptual con tu enfado, relaciónate con tu indignación, con tu sensación de estar harto, o jodido o cualquier otra cosa. Si Juan o Juanita pasan cerca de ti, en lugar de dialogar contigo mismo sobre ellos, puedes detener ese diálogo interno. Simplemente sigue la instrucción que se te da: date cuenta de que te estás hablando a ti mismo y abandona ese diálogo. Si no alimentas el fuego del enfado o del deseo hablándote a ti mismo, eso fuego no tiene con qué alimentarse. Simplemente se pasa.
"Siéntete agradecido a todos" nos habla de hacer la paz con todos los aspectos de nosotros mismos que hemos rechazado. De esta manera también hacemos la paz con las personas que nos disgustan. Y de manera más precisa, estar cerca de personas que nos disgustan suele catalizar el proceso de hacernos amigos de nosotros mismos. Por tanto, "Siéntete agradecidos a todos". Si hiciéramos una lista de personas que nos disgustan, que nos resultan odiosas, amenazadoras o dignas de desprecio, averiguamos muchas cosas sobre esos aspectos de nosotros que no podemos afrontar. Si tuviéramos que poner una palabra a cada una de las personas que nos causan problemas en nuestra vida nos encontraríamos con una lista que describiría las cualidades que rechazamos en nosotros y proyectamos al mundo externo. Las personas que nos resultan repelentes, nos muestran sin desearlo los aspectos inaceptables de nosotros mismos, que de otro modo no podríamos ver.
EL veneno como medicina
Las enseñanzas budistas llama a los asuntos turbios klesha, que significa veneno. De la manera más simple posible, hay tres grandes venenos primordiales: la pasión, la agresión y la ignorancia. Podemos hablar de ellos de manera muy distinta; por ejemplo, deseo ansioso, aversión y no me importa. Las addiciones de todo tipo viene bajo la categoría de deseo ansioso, es desear y desear, sintiendo que tenemos que conseguir algún tipo de resolución. La aversión abarca la violencia, la furia, el odio y la negatividad de todo tipo, como la irritación. Y la ignorancia?Actualmente se le suele llamar negación. Nuestra tendencia habitual es intentar que se vayan. los tres venenos siempre te atrapan de una manera o de otra, te aprisionan y hacen que tu mundo sea muy pequeño, Cuando sientes un deseo ansioso, sólo ves aquello que es objeto de tu deseo. Cuando sientes aversión, lo único que puedes oír son las palabras iracundas que dijiste a alguien hace 10 años. Cuando estás en la ignorancia, simplemente tienes una bolsa de papel sobre la cabeza y nos ves nada. La idea es que estos tres venenos sean al mismo tiempo tres semillas de virtud para convertirse en un hijo de la ilusión para salir de este mundo limitado de la fijación del ego, como salir del mundo de la visión cerrada.
Hagas lo que hagas con respecto a los tres venenos, no intentes que desaparezcan porque si lo consigues, perderás tu riqueza junto con tu neurosis. Todo este material turbio es tu riqueza. Hay aquí una oportunidad de despertar tu corazón. De reconectar con la sensación de ese punto suave y delicado, porque estos venenos suelen hacer que surjan las defensas. Reaccionamos a los venenos acorazando nuestros corazones. La exteriorización impulsiva y la represión son las principales manera de escudar nuestros corazones, las principales maneras de no conectar nunca con nuestra vulnerabilidad, con nuestra compasión, con nuestra sensación de apertura, con la dimensión fresca de nuestro Ser. Al actuar o reprimir, invitamos a que se intensifiquen el sufrimiento, el desconcierto y la confusión.